Se propone declarar la Fábrica de Gas de Oviedo Bien de Interés Cultural para evitar su destrucción

Dada la importancia que tiene este conjunto, no solo desde una perspectiva local sino para toda la Comunidad Autónoma

/01/2021, 11:15h 

El grupo parlamentario de IU en la Junta General ha presentado una proposición no de ley para que se declare Bien de Interés Cultural (BIC) la Fábrica de Gas de Oviedo con el objetivo de evitar su destrucción.

Dada la importancia que tiene este conjunto, no solo desde una perspectiva local sino para toda la Comunidad Autónoma, Ángela Vallina ha defendido la intervención del Principado de Asturias, lugar donde se ubica el inmueble.

Y es que la protección del patrimonio industrial es algo reciente. Fue a raíz de la Ley del Patrimonio Histórico Español de 1985, cuando se amplía el concepto de patrimonio incorporando los bienes, no solo de interés histórico-artístico, sino también etnográfico, científico y técnico, difuminándose así la barrera entre alta cultura y baja cultura.

En este sentido, la antigua fábrica de gas constituye un hito fundamental en nuestro patrimonio cultural. Se trata de un complejo industrial clausurado, ubicado en la ciudad asturiana de Oviedo. También fue conocida como Fábrica de gas y electricidad, ya que además se encargaba de la producción de electricidad.

Vista poco común de la Catedral de Oviedo a través de la Fábrica del Gas , Angelb1954, Licencia, Wikimedia.

Su construcción se inició en 1858. El complejo sufrió diferentes reformas siendo las más importantes las diseñadas por Sánchez del Río y Vaquero Palacios, construyendo en los años 30 algunos edificios enmarcados en el Movimiento Moderno y registrados en el DOCOMO Ibérico. Permanecen en pie el almacén de carbón, gasómetro, oficinas, edificio de servicios múltiples y la puerta de entrada con arco rebajado y cartel corporativo en cerámica. Los edificios conservados más antiguos datan de 1880. La fábrica fue el único proveedor de alumbrado público en toda la ciudad durante cuarenta y cinco años.

La fábrica cesó definitivamente su actividad el 9 de julio de 1985, convirtiéndose en uno de los últimos ejemplos de patrimonio industrial de Oviedo junto con la Fábrica de Armas de La Vega.