Policía birmana dispersa con gases lacrimógenos y balas de goma una nueva protesta en Rangún

“La Policía antidisturbios ha disuelto a los manifestantes antigolpistas durante por segundo día consecutivo en los cruces de Hledan y Myaynigone, puntos clave de las concentraciones en Rangún”, según ha hecho saber el portal de noticias Myanmar Now.

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Yordan Roque Álvarez, 27/02/2021, 09:45h,

La Policía birmana ha usado gases lacrimógenos y balas de goma para dispersar en las últimas horas, una nueva protesta contra la junta militar golpista, esta vez en la ciudad de Rangún, la más grande del país, donde varias personas habrían sido detenidas, según testigos de la reacción policial a medios locales.

“La Policía antidisturbios ha disuelto a los manifestantes antigolpistas durante por segundo día consecutivo en los cruces de Hledan y Myaynigone, puntos clave de las concentraciones en Rangún”, según ha hecho saber el portal de noticias Myanmar Now.

Hasta los periodistas que informaban sobre las protestas han resultado alcanzados por los disparos de la Policía, según las fuentes del mismo portal. Una de ellas, Kay Zon New, del mismo medio, ha sido arrestada y se encuentra en “paradero desconocido”, de acuerdo con la información de Myanmar Now en Twitter.

Un total de seis personas habrían sido arrestadas durante estos incidentes, todavía en curso, de acuerdo con la información provisional proporcionada por el medio.

En otro orden de cosas, Naciones Unidas ha recordado que el golpe de Estado ha degradado la situación de conflicto en otras zonas del país, bastante remotas.

Por ejemplo, más de 2.000 personas fueron desplazadas en el norte del estado de Shan en febrero debido a los enfrentamientos entre las Fuerzas Armadas birmanas y organizaciones étnicas armadas. Según los informes, nueve civiles murieron y otros ocho resultaron heridos, incluidos niños, en enfrentamientos en dos ciudades del norte de Shan, el 5 de febrero.

Asimismo, las organizaciones humanitarias han demostrado su preocupación sobre la situación en el sureste del país, donde más de 5.000 personas están desplazadas en el estado de Kayin y la región de Bago debido a los enfrentamientos entre el Ejército y la Unión Nacional Karen.

“No hay justificación para las acciones de los militares, y debemos continuar pidiendo la revocación de esta acción inadmisible, agotando todos los canales colectivos y bilaterales para restaurar el camino de Birmania hacia la reforma democrática”, ha lamentado el portavoz de la Secretaría General de la ONU, Stéphane Dujarric.