Novelas gráficas para tiempos de confinamiento
Numerosos títulos como El joven Ludwing de Mikael Ross, que se centra en la niñez y la juventud de uno de los mayores genios de la humanidad: Beethoven.
rene Pérez, 09/01/2021
Tras las fiestas navideñas, la incidencia acumulada del coronavirus en toda España ha ascendido a cifras bastante alarmantes. Este hecho ha llevado a muchas personas al confinamiento perimetral o incluso al domiciliario por dar positivo o por haber estado en contacto con un positivo por Covid.
Una forma de combatir el encierro puede ser a través de la lectura, una actividad que proporciona múltiples beneficios para nuestra salud y bienestar. Un libro nos ayuda a desconectar de nuestras obligaciones, a evadirnos de problemas y nos aporta importantes beneficios que repercuten en nuestro desarrollo como personas.
Las novelas gráficas pueden ser una buena opción para acompañarnos en esta extraña situación que vivimos desde marzo del año pasado.
Entre las más leídas tenemos la de Arrugas de Paco Roca, quien el mes pasado ganó en Estados Unidos un Eisner (Óscar del comic) a la mejor edición internacional por la versión en inglés de La casa, un homenaje a su padre. En otoño público su nueva novela Regreso al Edén, que por el contrario está dedicada a su madre, donde a partir de una foto de 1947 tomada en la playa valenciana de la Malvarrosa, Paco Roca recompone la historia de su madre encuadrada dentro de la España de posguerra.
Otro autor de novela gráfica a destacar es Tom Gauld autor de En la cocina con Kafka, donde se recopilan las tiras cómicas que publicó durante años en The Guardian, en las que el autor muestra los clichés y los aspectos más ridículos de un ámbito que conoce bien. Recientemente ha sacado nueva obra: El Departamento de Teorías Alucinantes con 150 nuevas tiras donde tira de tópicos de ciencia-ficción como el robot desmadrado y los viajes en el tiempo, hace chistes sobre la velocidad a la que se peleó el musgo con el liquen y sobre posibles versiones alternativas del rover Curiosity.
El maltés Joe Sacco autor de Palestina, Gorazde y Notas al pie de gaza deja a un lado el tema de la guerra para centrarse en el deterioro del planeta. En su nueva novela Un tributo a la tierra aborda la crisis climática y cómo nos ha llevado a ella el capitalismo, convirtiendo en protagonistas a los Denes, una población indígena del noroeste de Canadá.
Por otro lado, Salamandra Graphic publicó este otoño tres novelas gráficas: Naftalina de Sole Otero, Heimat de Nora Krugy Kraut de Peter Pontiac.
Sole Otero narra la historia de una extraordinaria saga familiar que se mueve entre la Italia de principios del siglo XX y la Argentina de comienzos del XXI. La alemana Nora Krug investiga las verdades ocultas de la historia de su familia ligada al régimen nazi y Peter Pontiac realiza una obra biográfica en la que el autor indaga en la vida y muerte de su padre, quien perteneció a las SS durante la Segunda Guerra Mundial.
Volviendo al panorama español tenemos a Carlos Giménez, protagonista del comic adulto desde la década de los 70. Su obra Es hoy supone su comic más experimental, un álbum autobiográfico sobre el final de la vida que cierra la trilogía iniciada con Crisálida y continuada con Canción de Navidad.
Otra novela que ha tenido gran éxito en los últimos meses ha sido Corredores aéreos de Étienne Davodeau, Christophe Hermenier y Joub. En ella el protagonista Yvan se queda sin empleo, sus padres mueren y su relación se tambalea por lo que decide dejar su piso en París para instalarse en la casa de unos amigos en las montañas. Se trata de una historia que recorre la crisis de la madurez y la búsqueda de un nuevo rumbo de vida.
Por último, para cerrar esta lista vamos a mencionar El joven Ludwing de Mikael Ross, quien según la editorial Reservoir Books se trata del Paco Roca alemán. La novela se centra en la niñez y la juventud de uno de los mayores genios de la humanidad: Beethoven, basándose en los diarios de los vecinos del compositor.