La carrasca milenaria de Huesca ha sido elegida Árbol Europeo del año 

Carrasca milenaria de Lecina. Ayuntamiento de Lecina – www.epa.org, CC BY-SA 4.0

 

SINC 20/03/2021

Una carrasca milenaria, nombre con el que se conoce en Aragón a las encinas, ha cambiado la vida de Lecina, una pequeña localidad del municipio de Bárcabo, en la comarca oscense del Sobrarbe (Huesca), al obtener este miércoles el título oficial de Árbol del año en Europa.

El galardón ha sido anunciado en una ceremonia virtual por la Asociación para la Colaboración Medioambiental, organizadora del concurso desde hace 11 años, y que ha sido seguida con gran expectación y nervios en el pueblo, en una jornada calificada de histórica por los vecinos.

Conocida en el pueblo como la Castañera por las grandes cantidades de bellotas que proporciona, ha obtenido el récord de votos en este certamen, 104.264 en total, muy por encima del Plátano de Curinga (Italia), que ha quedado en segundo puesto con 78.210 votos, y el antiguo árbol Sicomoro (Rusia), con 66.026 votos.

Antes de participar en el certamen europeo, la carrasca fue reconocida como Árbol del año en España 2021, lo que le permitió concurrir a este certamen de árboles en el que han competido 14 candidaturas de diferentes países europeos. Es la primera vez que un árbol español se alza con este reconocimiento.

Antes de participar en el certamen europeo, la carrasca fue reconocida como Árbol del año en España 2021, lo que le permitió concurrir a este certamen de árboles

 

La alcaldesa de Lecina, Carmen Lalueza, se muestra ilusionada en que a lo largo de los próximos meses la milenaria Carrasca sitúe a esta población en el mapa del turismo y ya planea acondicionar la zona con unos baños públicos en el actual aparcamiento y abrir otro punto para más vehículos.

Su intención es servir de punto central en un corredor que una dos de los considerados pueblos más bonitos de España: Alquézar y Aínsa. “Sin saberlo, la Carrasca ha conseguido unirnos más a todos, y hemos convocado una reunión de cara a las próximas semanas para abordar un proyecto en común”, ha dicho.

La intención de la alcaldesa de Lecina es que el árbol sirva de punto central en un corredor que una los pueblos de Alquézar y Aínsa

 

Una encina con historia y leyenda

En la celebración estaban también las hermanas Arasanz, propietarias del terreno donde está enclavada la encina galardonada, quienes han destacado la obstinación de su padre para evitar que fuera talada y convertida en madera o en carbón, como sucedió con muchas otras en la zona.

Después de salvarla de la tala, relatan, su padre no sabía qué hacer porque la gente trepaba, rompía la corteza y dañaba el árbol. “Y por eso ponía manteca, para que la gente se manchara al subir”, rememoran.

La carrasca es un símbolo de la comarca del Sobrarbe (cuyo propio nombre significa “sobre el árbol”) y aparece incluso en el escudo de Aragón, justo en el primer cuartel, para recordar los Fueros de Sobrarbe y la consigna “antes fueron leyes que reyes”.

La de Lecina conserva su propia leyenda: cuentan que hace mucho tiempo, el pueblo estaba rodeado de encinas y robles, donde se ocultaban lobos, osos y brujas, a las que los vecinos temían y que hacían que se mantuvieran alejados del bosque.

Según la leyenda, las encinas mantenían a los humanos alejados de las encinas y los robles, donde se escondían lobos, osos y brujas 

Las carrascas estaban felices por esa protección, que evitaba que los humanos se acercaran y las talaran para hacer leña, todas excepto una joven encina, descontenta por esa “mala fama”. Cuando las brujas abandonaron el bosque, concedieron en muestra de agradecimiento al resto de árboles unos deseos que acabaron siendo su perdición y solo la pequeña carrasca, que no quiso transformarse, logró sobrevivir, y desde entonces y hasta ahora no ha dejado de crecer.

 

Fuente:

EFE
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