Estadounidenses creen que Biden no toma decisiones.

Joe Biden y las dudas de si realmente es él quien gobierna
 

Yordan Roque Álvarez19/03/2021

(EEUU).Así lo indica una encuesta realizada entre el 14 y 15 de marzo por Rasmussen Reports sobre un total de 1.000 probables electores, es decir, personas registradas en los padrones electorales del país norteamericano y que habían manifestado su intención de ejercer su voto.

A la pregunta de si Biden esta capacitado física y mentalmente para ejercer el cargo de presidente de los Estados Unidos, tan solo el 47 % contestó de manera positiva. En cambio, otro 47 % expresó la preocupación y la sospecha de que otros altos funcionarios, como la vicepresidenta Kamal Harris, estarían tomando esas decisiones entre bastidores.

Las dudas que alberga casi la mitad del electorado estadounidense sobre las capacidades de mando del presidente se suman a las extensas discusiones sobre el estado mental de Biden que afloraron en vísperas de las elecciones del pasado noviembre. Los rumores de que el político —que a sus 78 años es el presidente más longevo de la historia de su país— sufría de demencia y otros problemas mentales proliferaron durante la campaña electorales; una sospecha que alimentaba el propio Biden con frecuentes lapsus en los que parecía olvidarse del lugar —y del momento— en el que se encontraba, así como de importantes nombres y sucesos.

En uno de sus deslices más llamativos, el candidato demócrata se olvidó en pleno discurso del nombre del expresidente Barack Obama, en cuya Administración se desempeñó como vicepresidente, refiriéndose a él como «el presidente, mi jefe», para luego reírse de ello tras una incómoda pausa.

Asimismo, la encuesta plantea preguntas sobre el papel de Harris, cuya candidatura presidencial suscitó la oposición en el seno de su propio partido y quien renunció a las primarias demócratas luego de que la congresista Tulsi Gabbard expusiera algunos momentos polémicos de su pasado como fiscal general de California.

A pesar de ello, el propio Biden anticipó la llegada de Harris a la vicepresidencia cuando prometió que nombrará como su compañera de fórmula presidencial a «una mujer de color».

Pese a la relativamente poca cobertura mediática que recibe su rol en la Casa Blanca, Harris se encarga, mientras tanto, de cumplir con algunas de las responsabilidades presidenciales. Así, la vicepresidenta ocupó el lugar de Biden en recientes conversaciones telefónicas con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu; el primer ministro canadiense, Justin Trudeau; el presidente francés Emmanuel Macron, el primer ministro australiano Scott Morrison o el jefe de la OMS, Tedros Ghebreyesus.

Según observa la CNN, Harris busca priorizar en su agenda la seguridad nacional y la política exterior, que son dos áreas clave para cualquier candidato que apunte a la presidencia. Una intención que, quizás, pudo haber asomado en el desliz freudiano que tuvo el pasado mes de septiembre cuando se refirió al mandato de Biden como «la Administración Harris».